sábado, 17 de diciembre de 2011

Músico del Perú


¿Qué puede hacer un peruano cargado de instrumentos nacionales viajando por todo el mundo intentando convencer a más personas de enrumbarse en un sueño? ¿Qué pueden hacer juntos un vietnamita, un chino, 
un turco, un colombiano, un canadiense,
un venezolano y por supuesto un peruano tocando un festejo  sin poder hablar el mismo idioma? Parece una pregunta capciosa, pero es real. Existe un músico que pudo convertir los argumentos de la música en cultura en movimiento, que va paseándose alrededor del mundo enamorando a la gente del Perú. Lucho Quequezana hace eso, enamora al mundo con instrumentos y ritmos peruanos. Toca 25 instrumentos y anhela crear un movimiento artístico para lograr que nuestro país se convierta en una potencial musical.

El músico peruano, Lucho Quequezana, cuenta que su vida musical comenzó a los once años y tuvo que viajar a Huancayo porque su hermano enfermó de asma y necesitaba alejarse de Lima.  Fuera de la capital, un niño acostumbrado a jugar fulbito y comenzando a gustarle los primeros videojuegos encontró un mundo distinto, sobre todo cuando tuvo que ir al colegio y notó algo completamente diferente a lo que había vivido. En los recreos no rodaban las pelotas ni corrían los niños, sino que todos tocaban un conjunto de cañas atadas soplando divertidamente: era la zampoña, su primer instrumento. Como jugando, el pequeño Lucho aprendió y se enamoró de la música peruana a partir de instrucciones de sus compañeros indicándole el orden y ritmo de la melodía. Desde ahí se volvió imparable. “Huancayo hizo que yo descubra la habilidad que tengo para la música. Todos tenemos talento, sino que no tenemos esa oportunidad para descubrirlo”.

Ya en Lima, Lucho sentía la necesidad de ejecutar instrumentos, pero sus colegas huaycaínos no estaban, entonces tuvo que comenzar a enseñar como pasó con él, y convenció a sus compañeros de colegio limeño de acompañarlo. Así, mantuvo la costumbre del interior del país de quedarse en los recreos para aprender música: él tocaba charango mientras sus compañeros y hermano ejecutaban zampoñas, quenas y bombos. Fue así como nació su primer grupo: Kunturwasi, que además de hacer ‘covers’ de grupos de folklore latinoamericano y peruano, le permitieron al ahora adolecente Lucho, desarrollar su lado creativo para componer canciones. El grupo comenzó a tocar sus creaciones, pero lo que más le motivaba a Lucho, era que éstas eran del grupo, no propias.  “Mi primera canción fue a los 14, no sé por qué salieron. No me di cuenta que tenía esa habilidad de componer. Era  lo que me salía, como caminar. Era una necesidad que yo tenía de cosas que me venían a la cabeza y las transmitía en música”.
Fuera del colegio, tenía claro que sería músico por el resto de su vida aunque sus padres no aceptaron que siguiera esos estudios. Paralelamente a lo que hacía, Lucho tenía gustos por el cine y las comunicaciones así que decidió estudiar comunicación audiovisual, especialidad en dirección de cine; que fue clave para emprender el sueño romántico de llevar la música peruana a todo el mundo. Y nació Sonidos Vivos, un proyecto en el que se juntaban diferentes naciones bajo el concepto de música peruana generando un intercambio sonoro a nivel intercultural. Todos podían aprender música peruana como él lo hizo.

Estas fotos no son mías pero no recuerdo el nombre del fotógrafo ^^
Ambicioso proyecto

UNESCO busca una vez al año a un compositor para realizar un proyecto. En el 2005 Lucho, presentó el suyo y ganó una residencia de la UNESCO-Aschberg MMM para realizar su proyecto musical en Montreal, Canadá. Así, viajó a diferentes partes buscando a músicos connotados que deseen aprender a tocar instrumentos y música peruana. Fue difícil, comenta: el idioma, las culturas, los ritmos; pero poco a poco lo logró. Juntó a un vietnamita, un colombiano, un chino, un turco, dos canadienses y un venezolano y montó un espectáculo musical que recibió muy buenas críticas. Fue tanto el éxito que tuvo, que la UNESCO lo reconoció como la mejor performance jamás lograda en toda la historia de la Residencia UNESCO-Aschberg MMM. A partir de allí, Lucho le dedicaría su vida a esta gran idea que llevó la música peruana por el mundo. “Gente tan distinta con historias tan distintas (ellos tampoco se esperaron estar tocando un landó, un festejo), que tienen tantas cosas por decir que finalmente todo lo transmitimos a través de un solo lenguaje. La energía es una cosa alucinante, la esencia de Sonidos Vivos es la energía que transmite, parece mi colegio en el recreo. Es lo que ha hecho que crezca tanto, lo que conecta.”

El recién nombrado embajador de la Marca Perú comenta además que las redes sociales le han ayudado mucho a difundir la música. Su cuenta facebook.com/LuchoQuequezanaOficial comparte videos para que todos puedan disfrutar su música. Es cierto que son muy pocos los espacios disponibles para mostrar su música, por eso, las redes han sido una herramienta básica donde se mueve su carrera actualmente. ”Es paja ver como la gente escucha y lo comparte, es algo que me tiene muy contento porque lo que quiero es compartir la música justamente”.
Con sendos premios en audiovisuales y música, además de haber producido su documental Sonidos Vivos, Lucho Quequezana da muestra de que la música peruana y la fusión mundial puede generar un movimiento artístico de calidad. Escuchar sus creaciones transmite ese orgullo que todo peruano siente al compartir su cultura. Quequezana es un ejemplo de perseverancia y lucha por un sueño de llevar la cultura peruana a todo el mundo. “Yo llevo en  la música peruana casi 20 años, de nada sirve ser mediático si la gente no se conecta con la música, de qué sirve. Lo principal para mí es que la gente está escuchando la música peruana a través de mí y el conjunto de humanos maravillosos que no hacen otra cosa más que divertirse en el escenario”. 

sábado, 27 de agosto de 2011

“Un emoliente, por favor”



Hace mucho tiempo una combinación de hierbas  y granos cautivó al Perú.  Emoliente: una fusión  de tradiciones peruanas y españolas que con el paso del tiempo ha ido reclutando más adeptos por su sabor y aporte medicinal. Una carretilla en la esquina que ha sabido sobrevivir en el tiempo, con botellas de vidrio llenas de sustancias desconocidas que identifican con su olor a hierba y zumo de limón a todo un país.

Sin duda alguna el emoliente es una de las bebidas más conocidas y consumidas por los peruanos. Cebada, linaza, cola de caballo, alfalfa, boldo, torinjil etc. se reúnen todos en un vaso de sabor popular dándole rico sabor e importantes valores medicinales. En algunas partes del Perú se incluyen hierbas como llantén, muña y sangre de grado; los ingredientes suelen variar de acuerdo a las tradiciones familiares, locales o regionales.

Su preparación es sencilla y no costosa. Se puede preparar en casa o adquirir en los populares emolienteros de cada esquina.  En las calles de Lima, como también en el interior del país, las carretillas llegan rodando hasta cierto punto de la vereda para comenzar a hervir los granos tostados de cebada, que es el principal insumo. Lo que le da la contextura viscosa característica es la  linasa. Además está la alfalfa que le da el color verde, el boldo, el rojo  y el limón. Algunas personas hacen hervir los ingredientes con frutas como membrillo o manzana, que le da un gusto diferente.

Está comprobado que la cebada es recomendable en casos de enfermedades cardiovasculares y gastrointestinales, ya que colabora en la digestión de los alimentos, favoreciendo su asimilación. Además su consumo es recomendable para el desarrollo del niño, combate el estrés, ayuda a la reducción de peso y previene enfermedades.  
Hoy en día, gracias al boom gastronómico peruano, se ha intensificado la valoración de los alimentos nativos y de bandera en general. Ha sido tal la valoración que se han abierto lugares especializados en estos.                      

       Existe un rincón donde se preparan emolientes para cada gusto. Siete Mezclas, en la estación central del Metropolitano, es un nueva empresa dedicada a la producción de una nueva imagen del emoliente, para esto presenta novedosas variedades: el digestivo (con muña y menta), el de coca y los afrutados (maracuyá, aguaymanto, camu camu, entre otros); siempre con los ingredientes base ya mencionados.
La respuesta del público ha sido favorable, demostrando que no importa como sea servido o preparado, el emoliente ocupa un lugar importante en los gustos cotidianos de los peruanos. 


Foto: Peru21(Pronto pondré otra)

sábado, 30 de julio de 2011

Músico desde el principio


Desde pequeño sintió un extraño impulso por la música, pues ninguno de sus familiares ha sido cercano a este arte. Su infancia la pasó entre coros y talleres musicales que se ofrecían en el colegio. Fico Wiese es un músico innato. La música la tomó primero como pasión y ahora es su vocación. En la actualidad escribe canciones para artistas peruanos como Sandra Muente y Alejandro Roca Rey, además de haber compartido escenario con bandas limeñas como Hoja de Parra entre otros. A  sus 22 años prioriza la educación ante la fama. Fico es uno de esos chicos que se emociona cuando habla de un tema de sumo interés, le brillan los ojos y trata de esforzarse para hacer las cosas como las planea. La música lo mueve, indudablemente está segura que encontrará en Fico un cómodo huésped que le permita desarrollarse.
Federico, que muy pronto fue Fico, fue un niño que conoció la música a través de la flauta dulce (uno de sus primeros instrumentos) y el canto. Así continuó con la guitarra y el piano, además del charango más adelante. Cuando estaba en época escolar le gustaba escuchar rock en español como Los enanitos verdes, Soda Stereo, entre otros. Comenta además que desde la infancia admira a uno de los personajes más representativos de la cultura musical en el Perú: Gianmarco. Quien ahora le sirve de referente para impulsar su carrera musical.
Ya en la secundaria,  Fico fue formando bandas con sus grupos de amigos para tocar covers, y así fue comenzando poco a poco su carrera musical. Luego de terminar la secundaria, como muchos jóvenes en la actualidad, buscó una carrera que estuviera acorde con sus gustos e intereses y fue así que comenzó estudiando medicina. Estuvo yendo a clases unos pocos semestres pero un día decidió dedicarse a lo que realmente le gustaba: la música. “Si realmente te gusta tu carrera lo harás bien”
Un día cualquiera, Fico despertó con una nueva inquietud, simplemente se dio cuenta de su capacidad para componer canciones. De pronto cogió su guitarra y comenzó a tocar acordes en conjunto, entonces notó que se le ocurrían melodías a la que posteriormente les agregaba letra. “Es recomendable hacer primero la melodía porque después de hechas se pueden encajar mejor las palabras, de lo contrario será más complicado encajar la melodía en las palabras, se tendrán que cambiar algunas y quizás pierdan el sentido”. Fue en ese momento de su juventud cuando decidió conversar con su familia para plantearle la idea de estudiar música de manera profesional como él había querido desde un principio. Para su fortuna, ya que muchos jóvenes de su edad no tienen esa oportunidad, sus padres no intentaron opacar la luz que parecía iniciarse. Así, estudió música en Lima por algún tiempo, aprovechó las nuevas oportunidades que brinda el mercado musical peruano, pero lo dejó para buscar nuevas oportunidades en el exterior, y así continuar sus sueños.
Fico hace una extraña comparación entre la música como ciencia  y las matemáticas: y resuelve que, a pesar de ser reconocida históricamente por su carácter tedioso y casi imposible, la música termina siendo mucho más complicada que las matemáticas, llena de fórmulas y conceptos que hay que conocer para componer una canción de manera casi mecánica, utilizando fórmulas y otros, por ejemplo.
El joven aprendiz quiere estudiar Composición contemporánea en Boston, le ilusiona la idea de continuar escribiendo pero dice que para hacerlo se necesita estudiar. “Poder componer canciones es un don como cualquier otro, pero se tiene que ejercitar y poner en práctica”. Lo que más le satisface no es necesariamente cantar las canciones que compone, sino crearlas. El sentido real de la música es la creación, así sea otra persona la que interprete las líneas.
Hace algún tiempo, grabó su primer sencillo llamado: De mil maneras, que fue promocionado en las radios actuales como el lanzamiento de una joven promesa en el ámbito musical. Se trata de una canción a ritmo de latin pop que estuvo sonando hace algunos meses por las principales emisoras. También se anunció la grabación de su primer disco, en donde incluiría esta canción además de otras que mantienen la misma línea musical.
Por lo pronto, Fico ha dejado de lado el disco que estuvo grabando bajo la conducción de Lalo Martins (quien ha sido manager de conocidas figuras como Gianmarco y Sandra Muente) para dedicarse de lleno los estudios. Piensa que para grabar un disco y obtener fama trascendente todavía hay tiempo. Ahora hay que aprovechar el tiempo para obtener mayor conocimiento musical. Por lo pronto seguirá apoyando a jóvenes talentos como Sandra Muente y Alejandro Roca Rey con sus creaciones para grabar sus primeros discos. Más adelante tiene pensado, siguiendo el ejemplo de su referente principal, retribuir a su país por todo lo que le ha permitido lograr. Piensa poder algún día colaborar con la industria y cultura musical para una mayor difusión de las posibilidades de desarrollo de un músico en el campo profesional.  No sabe si regresará al Perú luego de su viaje de estudios, pero está seguro de querer colaborar con el desarrollo de la cultura musical en el país. 


sábado, 16 de abril de 2011

La última mirada

Ya lo había visto. Pobre, estaba en el suelo tan lindo como él mismo, tan sonriente, tan artistico. Lo vi, pero no podía hacer nada, mi reducido espacio no lo permitía. Pasaban los minutos y llegaba en final, pero no tenía posibilidades, mi reducido espacio no lo permitía. Pasaban los minutos y llegaba la hora del final, pero seguía sin poder hacer nada. Él se quedaría allí, frío y sucio; muy distinto a como lo dejé. Estaba de espaldas, pero yo sabía que era él. No podía hacer nada y comenzaba a desesperarme. Pero respiré profundo y evalué el caso. Él estaba allí abajo y yo no podía hacer nada, tan solo mirarlo. Y así me despedí con un adiós eterno. Ya nunca lo volveré a ver, pasará a ser parte de las atrocidades de la vida. Será de la nada, de la vida, pero ya no mío. Ese día se fue y no volveré a verlo... Hasta que decida otra vez, hacer física mi fantasía.







lunes, 14 de febrero de 2011

Alejandro Villanueva, MATUTE


“Una pelota de trapo testigo del primer gol, un corazón rojo y blanco bajo su pecho carbón.” 

En el año 1951 el grupo que se había formado un poco antes siguiendo a los victorianos cumplió su sueño cuando el entonces presidente el general Manuel A. Odría, colocó la primera piedra de lo que sería el estadio de los íntimos. En el 1965 se anunció su construcción y en diciembre  de 1974 fue inaugurado el máximo escenario de la comunidad grone. Con una ceremonia inaugural preparada por semanas, el acto contaba con la presencia de las principales figuras de todos los tiempos. A la cabeza de todos el presidente Juan Velazco Alvarado, luego los jugadores Juan Valdivieso Adolfo Magallanes, Emilio Vargas, entre otros. Los de la época: Armando Lora, “Perico” León Fernando Mellán, etc. La ceremonia estuvo cargada de emotividades, el pueblo blanquiazul deliraba de la emoción en La Victoria. A las 3:24 se izó la bandera blanquiazul y el pueblo vibró de emoción, mientras se levantaba crecían las ganas y la fuerza del sentimiento íntimo eran desbordantes. En las tribunas había más de 36 mil personas contemplando los colores que los acompañarán hasta la muerte. El partido inaugural fue con el Nacional de Uruguay, el cual quedó empatado a dos.
Alejandro Villanueva es el nombre del principal jugador de la historia de Alianza Lima, ídolo de todos los tiempos motivo de valses y polkas con su nombre: “Maestro del pase, entre tus pies, el balón esclavo tuyo es dominado siempre ha de llegar, donde tu saber lo quiere enviar”. Motivo por el cual se decidió bautizar así el estadio victoriano.
El primer clásico en Matute tuvo una victoria de color azul. En el año 1975 los cremas pisaron suelos victorianos para ser derrotados 3-1. Respaldados por sus  respectivas barras, los blanquiazules vibraron más que nunca. Su histórico rival había caído en casa.
En 1975, los victorianos pudieron dar su primera vuelta olímpica en su estadio. Se proclamaron campeones del fútbol peruano derrotando al Alfonso Ugarte de Puno por 3-1. En el 77 repite la jugada. Alianza Campeón de nuevo. Gargantas al borde del desgaste total y camisetas cargadas con orgullo colosal.
Pero no solo el equipo aliancista hizo vibrar  a los hinchas en el estadio. En el año 1975 la selección peruana derrotó por la Copa América al rival sudamericano: el equipo chileno. Azules y peruanos, que según íntimos es lo mismo porque el Perú es azul, vibraron con cada jugada, cada pase, cada gol.
En diciembre de 1987 el estadio de Alianza es testigo de la mayor tragedia del club en toda su historia. Allí fueron velados los integrantes del plantel que fallecieron tras caer el avión que los traía desde la ciudad de Pucallpa el 8 de diciembre. Los hinchas vibraban de tristeza y desconsuelo, las barras eran con el mismo sentimiento pero con diferente motivo. El pueblo estaba de luto y las calles lucían tristes.
Pero el Matute no termina se cosechar sus glorias. En el año 2009 el jugador que triunfa hoy en el extranjero: Paolo Guerrero, fue homenajeado por todos su seguidores. El estadio se lleno de hinchas que gritaban su nombre mientras recordaban sus últimas jugadas hasta el 2002. Así como Guerrero hay otros jugadores de corazón aliancista que sudan camisetas en el extranjero a nombre de los íntimos.
En el 2009, Perú jugó uno de sus últimos partidos para las eliminatorias del mundial Sudáfrica 2010 en este estadio. Con las esperanzas por los suelos los peruanos en general  e íntimos asistieron al estadio que lucía casi lleno.  La capacidad del estadio es de 35 000 espectadores. Alentando y gritando el último partido del “Chorrillano” Palacios con la casaquilla nacional. El partido se fue desarrollando y después del primer tiempo llega el momento: Saque lateral de Perú, Solano, Johan Fano, defensa en el rebote Ramírez, atención a la marca corre Fano, le pega con la derecha y ¡Goool! peruano en el Monumental. La gente salta, la selección ha anotado. Así terminó el partido 1-0 a favor de Perú.
Por otro lado, este año el Perú entero gritó la goleada en casa ante los Estudiantes de la Plata por la copa Libertadores. El 18 de febrero el pueblo azul abarrotó las tribunas para  disfrutar una gloria con orgullo nacional. 4-1 el marcador y la gente estaban en su mejor momento.

En el corazón de la victoria hay un lugar azul de lleno, con mayólicas vistosas y gente a su alrededor. El Matute luce hoy como siempre, lleno de vida y gente que tiene esperanzas de seguir escribiendo nuevas leyendas, cosecha glorias blanquiazules y vivir gritando “gol”. Los ecos de las barras siguen perennes en cada partido. Si el estadio está vacio la imaginación no tarda en descifrar el encanto del recito. La gente, los globos, los papeles, los bombos, la vida allí es blanquiazul.