A mi me llega la gente que cree que haciendo sentir mal a los demás o maltratándolos, logrará su mejoría. Aquí estoy, nunca aprendí así, todo lo que puedo hacer y puedo hacerlo bien, lo aprendí con paciencia y AMOR!
Hubo gente que me maltrató, me comparó e insistió que entre a mi pobre cabeza algo que no podía. Ahí está: no lo aprendí ni lo aprenderé. No maldigo a nadie, solo espero que esas personas no existan, sólo logran que individuos tímidos y de buen corazón se sientan más devaluadas que de costumbre.
Por lo contrario, agradezco a Dios que pone en el camino de todos a alguien que tiene paciencia para esperar, que puede seguir pasos lentos sin desesperarse, alguien que tiene la bondad de aprender juntos. Así, yo aprendo, lo interiorizo y lo vuelvo filosofía de vida si quiere. Y poco a poco dejaré de tener esa mala manía de la timidez y mi bajo rendimiento en la actividad que sea. ¡Viva la libertad de elegir! ¡Vivan las personas que quieren que se logre el aprendizaje! ¡Viva la paciencia! ¡Viva el amor para todos!
martes, 27 de marzo de 2012
sábado, 17 de diciembre de 2011
Músico del Perú
¿Qué puede
hacer un peruano cargado de instrumentos nacionales viajando por todo el mundo
intentando convencer a más personas de enrumbarse en un sueño? ¿Qué pueden
hacer juntos un vietnamita, un chino,
un turco, un colombiano, un canadiense,
un venezolano y por supuesto un peruano tocando un festejo sin poder hablar el mismo idioma? Parece una pregunta capciosa, pero es real. Existe un músico que pudo convertir los argumentos de la música en cultura en movimiento, que va paseándose alrededor del mundo enamorando a la gente del Perú. Lucho Quequezana hace eso, enamora al mundo con instrumentos y ritmos peruanos. Toca 25 instrumentos y anhela crear un movimiento artístico para lograr que nuestro país se convierta en una potencial musical.
un turco, un colombiano, un canadiense,
un venezolano y por supuesto un peruano tocando un festejo sin poder hablar el mismo idioma? Parece una pregunta capciosa, pero es real. Existe un músico que pudo convertir los argumentos de la música en cultura en movimiento, que va paseándose alrededor del mundo enamorando a la gente del Perú. Lucho Quequezana hace eso, enamora al mundo con instrumentos y ritmos peruanos. Toca 25 instrumentos y anhela crear un movimiento artístico para lograr que nuestro país se convierta en una potencial musical.
El músico peruano, Lucho
Quequezana, cuenta que su vida musical comenzó a los once años y tuvo que viajar
a Huancayo porque su hermano enfermó de asma y necesitaba alejarse de
Lima. Fuera de la capital, un niño
acostumbrado a jugar fulbito y comenzando a gustarle los primeros videojuegos
encontró un mundo distinto, sobre todo cuando tuvo que ir al colegio y notó
algo completamente diferente a lo que había vivido. En los recreos no rodaban
las pelotas ni corrían los niños, sino que todos tocaban un conjunto de cañas
atadas soplando divertidamente: era la zampoña, su primer instrumento. Como
jugando, el pequeño Lucho aprendió y se enamoró de la música peruana a partir
de instrucciones de sus compañeros indicándole el orden y ritmo de la melodía.
Desde ahí se volvió imparable. “Huancayo hizo que yo descubra la habilidad que
tengo para la música. Todos tenemos talento, sino que no tenemos esa
oportunidad para descubrirlo”.
Ya en Lima,
Lucho sentía la necesidad de ejecutar instrumentos, pero sus colegas huaycaínos
no estaban, entonces tuvo que comenzar a enseñar como pasó con él, y convenció
a sus compañeros de colegio limeño de acompañarlo. Así, mantuvo la costumbre
del interior del país de quedarse en los recreos para aprender música: él
tocaba charango mientras sus compañeros y hermano ejecutaban zampoñas, quenas y
bombos. Fue así como nació su primer grupo: Kunturwasi, que además de hacer
‘covers’ de grupos de folklore latinoamericano y peruano, le permitieron al
ahora adolecente Lucho, desarrollar su lado creativo para componer canciones.
El grupo comenzó a tocar sus creaciones, pero lo que más le motivaba a Lucho,
era que éstas eran del grupo, no propias.
“Mi primera canción fue a los 14, no sé por qué salieron. No me di
cuenta que tenía esa habilidad de componer. Era
lo que me salía, como caminar. Era una necesidad que yo tenía de cosas que
me venían a la cabeza y las transmitía en música”.
Fuera del
colegio, tenía claro que sería músico por el resto de su vida aunque sus padres
no aceptaron que siguiera esos estudios. Paralelamente a lo que hacía, Lucho
tenía gustos por el cine y las comunicaciones así que
decidió estudiar comunicación audiovisual, especialidad en dirección de cine;
que fue clave para emprender el sueño romántico de llevar la música peruana a
todo el mundo. Y
nació Sonidos Vivos, un proyecto en el que se juntaban diferentes
naciones bajo el concepto de música peruana generando un intercambio sonoro a
nivel intercultural. Todos podían aprender música peruana como él lo hizo.
UNESCO busca
una vez al año a un compositor para realizar un proyecto. En el 2005 Lucho, presentó el suyo y ganó una residencia
de la UNESCO-Aschberg
MMM para realizar su proyecto musical en Montreal, Canadá. Así,
viajó a diferentes partes buscando a músicos connotados que deseen aprender a
tocar instrumentos y música peruana. Fue difícil, comenta: el idioma, las
culturas, los ritmos; pero poco a poco lo logró. Juntó a un vietnamita, un colombiano,
un chino, un turco, dos canadienses y un venezolano y montó un espectáculo
musical que recibió muy buenas críticas. Fue tanto el éxito que tuvo, que la
UNESCO lo reconoció como la mejor performance jamás lograda en toda la historia
de la Residencia UNESCO-Aschberg
MMM. A partir de allí, Lucho le dedicaría su vida a esta gran idea que llevó la
música peruana por el mundo. “Gente tan distinta con
historias tan distintas (ellos tampoco se esperaron estar tocando un landó, un festejo),
que tienen tantas cosas por decir que finalmente todo lo transmitimos a través
de un solo lenguaje. La energía es una cosa alucinante, la esencia de Sonidos Vivos
es la energía que transmite, parece mi colegio en el recreo. Es lo que ha hecho
que crezca tanto, lo que conecta.”
El
recién nombrado embajador de la Marca Perú comenta además que las redes
sociales le han ayudado mucho a difundir la música. Su cuenta facebook.com/LuchoQuequezanaOficial
comparte videos para que todos puedan disfrutar su música. Es cierto que son muy pocos los
espacios disponibles para mostrar su música, por eso, las redes han sido una
herramienta básica donde se mueve su carrera actualmente. ”Es paja ver como la
gente escucha y lo comparte, es algo que me tiene muy contento porque lo que
quiero es compartir la música justamente”.
Con sendos
premios en audiovisuales y música, además de haber producido su documental
Sonidos Vivos, Lucho Quequezana da muestra de que la música peruana y la fusión
mundial puede generar un movimiento artístico de calidad. Escuchar sus
creaciones transmite ese orgullo que todo peruano siente al compartir su
cultura. Quequezana es un ejemplo de perseverancia y lucha por un sueño de
llevar la cultura peruana a todo el mundo. “Yo llevo en la música peruana casi 20 años, de nada sirve
ser mediático si la gente no se conecta con la música, de qué sirve. Lo
principal para mí es que la gente está escuchando la música peruana a través de
mí y el conjunto de humanos maravillosos que no hacen otra cosa más que
divertirse en el escenario”.
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