jueves, 25 de noviembre de 2010

Circuido de estadios - Lolo Fernandez


Lleva su nombre en honor al futbolista Teodoro Fernández Meyzán, máximo ídolo del club y uno de los mejores futbolistas de la Historia del Perú.
Sin lugar a dudas, Teodoro Fernández, sintetiza todo lo que ha caracterizado a Universitario durante toda su historia: garra, pundonor, lealtad, sacrificio, visión y servicio.

Alguna vez este lugar estuvo abarrotado de gente. De hinchas, de personas que desde sus inicios alentaron a una sola bandera: la crema.

 Corría el año 1944, en el gobierno de Manuel Prado y Ugarteche, cuando el equipo merengue consiguió adjudicarse un terreno propio, el primero en la historia del Perú, dónde hacer sus prácticas y jugar sus partidos. 
Fue en el 1951 cuando grupos de jóvenes aficionados (alrededor de tres mil) pudieron observar por primera vez una práctica del equipo. Cada jugada, cada pase, cada gol.

Poco a poco el estadio fue fortaleciendo su construcción cuando en el año 1951, el estadio Nacional le donó las bancas de madera que poseía porque éste iba a ser remodelado. Asientos donde habían estado también hinchas pasaban a manos cremas. Tiempo después los hinchas del mayor equipo rival, Alianza Lima, atentarían contra sus instalaciones de manera violenta y rebosante, recuerdo que hasta la fecha se puede escuchar el en las barras más coreadas de la  tribuna sur.

Por el año 1966 hasta el 1970 el estadio sufrió algunos cambios: la tribuna oriente fue destruida y se construyó en ese espacio otro tribuna de estructura metálica y una tribuna sur con las mismas características. Además se construyó un museo que alberga los principales trofeos y rivales de la historia del mundo crema. El estadio estaba cada vez más preparado, ahora albergaba a 18 mil espectadores, 18 mil almas que observaban atentamente el correr de un balón en los pies de once jugadores que corrían hacia el otro extremo buscando la gloria.

En 1992 el equipo universitario jugó su último campeonato nacional en casa. Esa tarde se jugó contra el San Agustín y las tribunas estaban rebosantes de personas de todo Lima. En la cancha, esperaba el recordado José Carranza, un pase  por la izquierda del arquero indeciso. Una caída casi milagrosa, el balón rodaba al compás de las voces de la barra y ya estaba adentro. ¡Gooool! El marcador a favor y la gente al máximo. El equipo crema había ganado y el público estaba más que feliz. Luego dieron por última vez su vuelta olímpica en casa. No había una mejor forma de terminar esta etapa de la vida del estadio Lolo.

En el año 1996 Lolo murió. En el estadio que lleva su nombre fue debidamente homenajeado. “…no se va, no se va, Lolo no se va…”, cantaba  la popular embargada en un éxtasis especial ante lo irremediable. El féretro iniciaba  su paso por la Trinchera y los cuerpos de los hinchas se juntan más que nunca en uno solo. La gente grita y salta como nunca se había visto. Los hinchas van humedeciendo sus mejillas por el paso del cajón cargado y homenajeado por todos. Indudablemente se estaba yendo un pedazo de historia merengue, un ídolo infinito que vibró hasta el final con el equipo de siempre.  Los brazos se alzaban cada vez con más fuerzas por tocar al hombre que le dio vida a una letra: la “U”. Ya no sería la misma, se haría más fuerte con el pasar de los años.

Hoy  Lolo Fernández luce frio, con la cancha de tierra casi congelada. El Jr. Jorge Chávez del distrito de Breña cargada de historia recibe a sus nuevos invitados a la historia. La piscina en desuso y la cancha de grass sintético de su costado con nuevas esperanzas. Allí practican los menores y aficionados. Los camerinos siguen allí, los que algún día albergaron a las grandes figuras del deporte popular en nuestra ciudad, permanecen cumpliendo la misma función. Las pinturas casi desteñidas por el paso de los años pero con la fuerza y mística del lugar que albergó a hombres que le dieron sentido a un grupo de personas. El estadio permanece intacto en cuanto a su fuerza y entrega por parte de los hinchas. En la entrada hay una inscripción que advierte que no se permite la entrada con una diferente a la crema. No solo es la camiseta, sino el corazón.


En mi visita al Lolo



martes, 9 de noviembre de 2010

Mi sitio

Mi lugar está en el centro de las carpetas unidas de dos. Mis ojos chocan exactamente en el agujero de vidrio que hay en la puerta. Mis pupilas se dirigen directamente hacia el frío piso con barandas grises. Mis sentidos enfocados únicamente hacia ese pasillo, delgado y frío como la mañana.

Seres comunes pasan por allí, pero yo solo espero a uno. Aquel ser que puede pasar el tiempo leyendo no se qué acostado en las gradas. Sus ojos rasgados se abren y cierran denotando el cansancio que produce el día a día, se van moviendo de un lado a otro constantemente. Sus pies sueltos con zapatillas grandes y los pasadores anchos.
Lo veo, desde aquí lo veo. Es fácil, solo levanto la mirada y aparece. Tan grande, tan distinto, tan él mismo.
Desde aquí, toda la mañana lo busco, busco sus ojos, tan pequeños como dos canicas, tan brillantes como la luna, tan lejanos como una estrella.  
Veo también su boca tan perfecta, su dentadura especial, pero perfecta. Su sonrisa tan llena de energía y frescura. Su expresión tan dulce que me enternece.Sus mejillas tan suaves y blandas como un peluche.

Desde aquí puedo verlo. A solo diez pasos está tranquilo, lento, ignorándome. Ignorando mi presencia, mi existencia. Ignorando las cosas que escribo por él, para él. Ignorando todo el mundo que he creado en mi cabeza.

Una sombra. Ahí viene!  No! no era él. Eran otras personas que pasan sin imaginar que las veo. Pasan caminando como en las nubes. Y yo desde aquí, lo espero. En mi aburrimiento lo espero. Tan solo quiero verlo. Tan solo espero que mis ojos capten esa extraña combinación de colores. Tan solo espero que su cuerpo aparezca de nuevo entre mis pensamientos. Lo espero, lo espero y duermo, sueño,sueño.

domingo, 24 de octubre de 2010

Señor, las gracias

Es de mañana y el aire del cielo está morado, azul o celeste. El cielo de la Av. Tacna congrega a cientos de personas que observan, a lo lejos no importa, una imagen que tiene más de 300 años de tradición, una imagen que luce fuerte porque a pesar del tiempo se ha sabido conservar. No es la misma del terremoto del 1655 pero mantiene la misma carga espiritual, la misma fuerza para guiar a cientos de personas hacia un mismo camino.

Al comenzar, es extraño, hay que buscar al montón de gente que no necesariamente está vestida de morado. Busco, corro porque parece que acaba de pasar, el olor a incienso todavía se siente. Pero tengo miedo, la gente en multitud me aterra. No hay nada peor que recordar un examen de admisión, en que los seres queridos mas los  profesores y amigos depositan toda su confianza en un lapso de dos a tres horas. Pero en fin, habían muchas personas y yo estaba perdida pero no sola. Estaba pensando en el gran encuentro, pensaba que quizás algo mágico podría pasar.

De pronto una ola de calor acarició mi rostro, sabía que cada vez estaba más cerca, más cerca de la gente y la imagen a quien se le atribuyen hechos inexplicables. Quería verlo aunque sea de lejos,quería escuchar los cánticos que acompañan la procesión de los meses de octubre, quería vivir lo que cada vez mas personas admiran y  van llamando la atención de los medios. Y caminaba sin pensar en la delincuencia, que aunque suene cruel, abunda por estos lares; nada importaba, yo caminaba y pensaba que el escenario era demasiado divino como para tolerar malos actos. Y pensaba cada cosa que pretendía decir. 

Es increíble lo que hay allí, personas que pueden o no caminar, las que pueden o no hablar, oír, comer, reír, vivir. Todos  que van en busca de su último recurso, el Señor les dará el milagro de la vida aunque sea por un tiempo. Van niños acompañados o no, caminando al paso lento de la multitud, van personas que no piden riquezas y lujos, solo piden ver o permitir ver a alguien el azul de cielo, la luz del sol, permitir escuchar una vez más a cualquier pájaro o cualquier bocina que día a día harta a todos. Solo piden cosas que cualquier persona puede tener pero no las sabe valorar. Llenas de fe caminan implorando ayuda.

Al fin llegué a la multitud y cada vez me escurría más entre la gente para llegar lo más cerca posible a la imagen. Estaba al lado de la cuadrilla, al lado de la soga que separa a los devotos. Fue cuando pensé en todo lo que había estado creando en mi cabeza. Me di cuenta de que lo que yo pensaba pedirle no tenía ningún sentido. Tenía lo que los demás pedían, así que lo único correcto por hacer era dar las gracias. Gracias Señor por darme vida, por darme las facultades suficientes para hacer lo que deseo y por permitirme llegar hasta aquí caminando.



sábado, 16 de octubre de 2010

La magia ilusiona...

Es una pena, realmente es una pena lo que está pasando con el fútbol nacional. A pocos días de tener a un país casi satisfecho con el papel de un nuevo técnico extranjero, sale a relucir testimonios de de haber visto a los jugadores de la selección escaparse de la concentración para el fin que sea, pero desconcentrarse después de la derrota ante Panamá por un tanto a cero, sin ningún mérito rescatable. 

Si bien es cierto, no es la primera vez que ocurre en la historia del fútbol peruano, pero en esta época, después de depositar las esperanzas en este nuevo equipo formado por gente joven con miras a siquiera pelear un cupo en las eliminatorias para clasificar, después de más de 20 años, al próximo mundial celebrado en Brasil, la sensación es un poco distinta. Y es que algunos jugadores salieron la madrugada luego de regresar del partido presuntamente a un casino cercano, y para darle un toque más escandaloso, acompañado de mujeres. Se dice que los estuvieron esperando para hacerle compañía. 

El técnico, como es correcto, sancionó debidamente a los jugadores que cometieron la falta. Reimond Manco, que con solo 20 años ha causado tantos dolores de cabeza, que además pretendía regresar al extranjero para continuar su incipiente carera; y Galliquio, hombre ya sabido que tiene años en esto. Es el colmo, dos adultos que no miden las consecuencias de sus actos, no piensan en lo molestoso que puede resultar para un país entero ese tipo de conductas. Además se presume que pueda haber un tercero, y fuentes confiables afirman que un cuarto y otro más. Suenan nombres como Fano, Zambrano e incluso Farfán.


Y lo peor, los más afectados son los jóvenes, los que nunca han visto a la bicolor en un mundial, que no se han amanecido para ver partidos de constante lucha, los que acaban de parecen perder de nuevo las esperanzas para el 2014. Los más grandes ya están acostumbrados, cuantos años, mientras los más jóvenes cantan aún esperando que el nuevo grupo que se formará a partir de ahora pueda tener las condiciones suficientes para celebrar una clasificación. Como dicen, la esperanza es lo último que se pierde.  

lunes, 11 de octubre de 2010

Perú Campeón

Desde hace algunos días los medios de comunicación bombardearon de ilusiones a todo quien pudo acerca del papel que harían las selecciones peruanas en diferentes diciplinas. Por un lado, el equipo de todos, el fútbol, juega dos fechas ante las selecciones de Canadá y Costa Rica. En el vóley, se llegó a la final de  la copa Unique, en el que fuimos subcampeones. En el boxeo también se tuvo importantes competidores: Zambrano y Maicelo. No se por qué pero parece que el Perú vuelve a renacer deportivamanete. En especial el fútbol, que  mueve masas y el Perú no es la excepción.

Luego de las dos victorias consecutivas de la selección peruana de fútbol en la era Marcarián,  se enfrentó esta vez a un país, que si bien no es muy fuerte, permitió sacar a relucir las nueva imagen del deporte rey, fuera de la que se había formado la mayoría de personas frente al incidente del Hotel hace algunos años. Ahora el fútbol ha armado un nuevo equipo sin figuras mediáticas, que reducen la buena concentración de los jugadores. El equipo ahora gusta, da ganas de verlo, da la esperanza de ganar los partidos. Y así fue, la selección ganó el ultimo con diferencia de dos goles y sin tantos en contra. La sorpresa esta fecha fue la alineación, que poco a poco va tomando forma para el primer partido de eliminatorias al próximo mundial. Esta vez fue 4-2-3-1 pero se irá cambiando progresivamente según Markarián lo crea conveniente. Evaluando las condiciones de cada jugador.

Otra sorpresa es la convocatoria de nuevos jugadores. Están Daniel Chávez y Willy Rivas, quienes no brillaron mucho esta fecha pero se esperá mucho más; sobre todo de Chávez, que desde hace algunos años había pedido su convocatoria para jugar por la selección, tras haber triunfado en el Bélgica, donde actualmente reside. Pero lo más loable de esta fecha fue Vargas, que a pesar de no contar con el apoyo de su técnico y la hichada en Italia, vino para cumplir con un país entero que lo pide a gritos, aunque en esta fecha no haya jugado por lesion. Además estuvieron ausentes figuras internacionales queridas y no tanto.

Sin duda, un elemento importante es el Director técnico: Sergio Marcarián, el uruguayo que llegó al Perú cuando casi no habían esperanzas, cuando la hinchada se estaba olvidando de alentar a la blanquiroja. Este mago ha logrado tres victorias consecutivas, cosa que no se veía desde hace 11 años. Probando una y otra variable ha logrado motivar a la hinchada.

Y es que los peruanos nunca dejaremos de serlo. Ya  sea por el fútbol, voley o cualquier otro deporte, como también disciplinas no físicas, como el reciente premio nobel otorgado a MVLL que ha enorgullecido a todos, pero ese es otro tema; los peruanos se están haciendo notar. Lo que importa es que cada peruano que representa al país lo hace de la mejor manera. De eso se trata, llevar la bicolor impregnada en la piel, sudar junto con los 26 millones.


domingo, 3 de octubre de 2010

Elecciones para todos

Luego del 3 de octubre, día recargado de sorpresas y emociones, la política debe continuar. Y esto ha dejado más de una enseñanza para los futuros comicios electorales regionales y distritales,  sobre todo para los primerizos.
Desde hace algún tiempo la campaña mediática fue muy insistente en el voto informado. “Tu voto es importante, infórmate antes de votar” pero muchas personas hicieron caso omiso.  Era de esperarse, por idiosincrasia, que los limeños por lo menos, esperarían la última hora para decidir su voto.
Básicamente, las personas a votar pensaban que tenían solo dos opciones debido a las insistentes encuestas a lo largo del periodo de campaña. Por un lado una mujer con una extensa carrera política, algunos fracasos en épocas pasadas y mucho personal a su mando, por el otro a una mujer que más identificada con  los jóvenes, con un moderno socialismo que promete igualdad para los habitantes de la ciudad capital y con una manera más sencilla de llevar la campaña, lo que hizo la más accesible para la juventud.  Pero ellas no eran la única opción, hubieron candidatos de igual o mejor proyecciones para el futuro de una ciudad que promete, sea cual fuere el ganador, una modernidad a la altura del siglo XXI. Pero las personas solo conocían y daban por validos a dos.

¿Y dónde quedaron los principios de la democracia?¿ los que dicen que la voz del pueblo prima?, pero ¿si el pueblo no está informado? entonces se deja llevar por la mayoría y elige entre la candidata menos peor. Por un lado una que hizo popular la frase de meterse la alcaldía al poto y por el otro una que pretende oficializar el consumo de la marihuana, como si tuviese el suficiente poder para si quiera proponerlo, pero la gente no sabe.
Pocas son las personas que hicieron un verdadero balance analizando las posibilidades de desarrollo de Lima y eligieron su voto a conciencia, no dejándose llevar por simpatías ni propuestas ostentosas e increíbles. Y muchas son las que lo hicieron por temor a revivir épocas que quisieran que se quede en la historia o porque prefieren la modernidad al caos total. Pero hubieron más candidatos, más programas y más posibilidades de cambiar el rumbo de la capital; lástima que hubieron pocos que pudieron darse cuenta y asistieron este 3 de octubre a dar su voto con una visión del futuro más real y consciente de que su voto sirve de reflejo del pensamiento y cultura de la población.
Pero todo no ha terminado, la responsabilidad de cada uno puede reivindicarse el próximo año en las elecciones presidenciales, en las que se decidirá el futuro de todo el país. Allí no hay nada de moda ni elecciones superfluas. Solo queda informarse bien y decidir junto al resto de habitantes el futuro de los próximos cinco años que pueden ser decisivos para todos. 

sábado, 25 de septiembre de 2010

Circuito de estadios (I parte)




¡Sale campeón! ¡Sale campeón! grita la multitud una tarde cualquiera en un lugar donde pronto habrá una fiesta. Una bandera inmensa cubre las cabezas, se mueve con fuerza y esperanza como vibran  los corazones, y va cayendo y cayendo hasta el final como las diferencias de sexo, edad, estrato social, etc. Van cayendo y cayendo hasta que quedan en el piso. Un susurro suave toca las cabezas. Una sola voz grita:¡vamos! ¡vamos!. Papeles de colores, pancartas, humos casi irrespirables; pero no importa, nada importa cuando se trata  de alentar  a su equipo. Un estadio: el escenario. Una gran porción de territorio que congrega a miles de personas en todas partes alrededor del mundo y Perú no puede ser la excepción. Lima también tiene esos espacios para las personas que pueden dejar todo en la tribuna. Que son hinchas que con dos colores dan contexto a toda una vida. Los estadios son, además, el lugar que les permite gritar a toda voz un retumbar de un balón sobre una tenue malla al extremo de la dimensión magnifica del campo  verde.

Tan solo una trenza

Un día cualquiera me encontré con un grupo de amigos. Entre otras cosas, las de siempre por supuesto (cómo estas, que tal las clases, etc) me hicieron una observación: "tu trenza, está larga" "que rica tu trenza" "¿Es una promesa?¿Es un objetivo?" y me hizo pensar qué realmente es mi trenza.¿Lo hice por algo en especial?¿Es de verdad una promesa? ¿Tiene algún nombre? Quizás ¿Alex? Y me puse a pensar, buscar en mis recuerdos y aun más allá.

-Qué bonita tu trenza
- Qué asco me da tu trenza
- ¿Cómo la lavas?
- ¿Crece trenzada?

De mi lacia cabellera sobresale un mechón de cabello, delgado progresivamente, es mi trenza, que la cargo hace algunos años. Fue en el año 2003 creo, que decidí hacerla. Recuerdo por qué fue: un acto de rebeldia frente a una injusticia. Recuerdo que en el colegio me quitaron una pulsera hecha por el más barato hilo del mercado, estaba hecha por mis amigas, y por si fuera poco, me había acompañado en toda mi etapa de sueño profundo, que pudo ser eterno pero no fue así por un regalo divino. Le tenía cariño. Estaba toda sucia y mal hecha, pero la quería porque había soportado conmigo todos los exámenes y habitaciones en las que estuve durante ese periodo. Y me la quitaron porque no estaba permitido en el colegio, nunca me la devolvieron. Fue allí cuando decidí hacer algo para demostrar mi rebeldia. Me hice una trenza y la escondía entre mis cabellos. Me cortaba el pelo pero nunca la trenza y ésta iba creciendo y creciendo hasta que no pude controlar la situación.

Una vez me corté el pelo muy pequeño y mi trenza sobresalía demasiado. Mi mamá me dijo que se veía mal, así que la corté, pero no toda solo un poco, y comencé de nuevo. Cortando las horquillas y emparejando los finales.

Pero, al grano ¿Qué significado tiene? ¿Tiene alguno? Claro que tiene. Lo hice porque en esa etapa de mi vida noté un cambio, un cambio radical. A partir de esa trenza puedo contar una historia nueva, los años próximos que viviré. Y los vividos (que no recuerdo mucho) no quedarán atrás, sino que serán solo recuerdos borrosos. Ahora es una etapa diferente que, espero yo, sea mejor. Llena de coloridos días y primaverales años. Con esta trenza recuerdo y agradezco. Con esta trenza miro al cielo y sé que Dios existe.

Cuando me la corte, lo tengo planeado para cuando termine de estudiar aunque no se qué pase, no significará que todo se haya borrado, para nada, solo sera un nuevo pase para  comenzar otra vez, con fortalezas y oportunidades nuevas. Será un nuevo comienzo.^^

martes, 14 de septiembre de 2010

Mariposa rebelde

"Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así..."  Soy rebelde porque yo lo quiero así. Soy rebelde porque sólo puedo ser yo! Soy rebelde porque las cosas que hago son incoherentes y me gustan. Soy rebelde porque nunca tuve lo que quise: comenzando por un hermano y terminando por un verde kuruma. Soy rebelde pero no hago rebeldías. Soy una rebelde sumisa, que quizás algún día se hará notar. Soy rebelde porque escondo todo, no muestro nada porque mi rebeldía es especial. Soy rebelde porque no hago lo que los demás. Tengo vida, sí; una vida rebelde que nadie entiende. Soy rebelde aunque nadie lo crea, soy rebelde aunque me esconda, soy rebelde porque quiero serlo. Soy rebelde porque así soy feliz. >.º.
Mariposa que vuela libre mostrando sus colores solo a quien tiene paciencia para esperarla, para ver sus matices, para apreciar su esplendor, es una rebelde mariposa. Soy una rebelde mariposa que necesita paciencia.

¡Fuerza zampoña!


 ¿Quién no ha visto alguna vez sikuris? Un conjunto de personas que va caminado vestido con ponchos coloridos y tocando una melodía compleja que va acrecentando su intensidad conforme cumple su ciclo melódico con un conjunto de tubos que producen un sonido particular. Esa es la zampoña: un conjunto de cañas que data de épocas preincaicas y se mantiene en vigencia a pesar de los años. Su presencia radica en la fuerza con que es ejecutada. El soplo, la fuerza, las ganas. Un conjunto de cañas atadas artesanalmente que vibran con el soplar de una persona que le da vida. Un instrumento simple que puede dar un poco de color a un día cualquiera.

El origen de la zampoña aún no está definido. Se sabe que data de épocas preincaicas pero no se determina aún el lugar. Las fuentes que afirman que nació en el altiplano, lo que hoy conforma el territorio peruano y boliviano. En el Perú se han encontrado representaciones de este instrumento en las cerámicas de algunas culturas como Moche y Nazca. Existe una leyenda popular transmitida oralmente que dice que por las líneas de Nazca iban caminado tropas de sikuris haciendo llegar sus melodías a los suelos areneros.
Sicus es el nombre genérico y Sicuri, el que lo ejecuta. “He sido atrapado por su sonido. Tocar zampoña se ha vuelto un vicio” son palabras de un sikuri.

La zampoña es un instrumento de la familia de las flautas de pan que consiste en la unión de tubos de caña de diferentes tamaños sujetos entre sí por hilos entrelazados formando hileras. El tamaño del tubo determina la nota musical.

 De acuerdo al tamaño y forma de las zampoñas éstas adquieren diferentes nombres. La chili, por ejemplo, es la más pequeña de la familia, la que emite esos sonidos largos y aspirados como sollozos; la  malta es el  tamaño tradicional conformado por dos filas de cañas: de seis y de siete; el basto, que son unas cañas más largas aproximadamente de un 58 cm.; finalmente los Toyos, que son cañas de mucho mayor tamaño, puede llegar a medir hasta dos metros. Además de estas también se une la cromática, que es una zampoña a veces de tres filas, que contienen notas con semitonos (sostenidas y bemoles).

 Cada zampoña consta de dos filas. La de adelante es ira, macho o la que guía; la de atrás arca, hembra o la que contesta. Se necesitan complementar para conseguir melodías: el diálogo musical. El secreto de la zampoña está ahí, en la distribución de las notas.  Estas no están en orden correlativo como se podría creer, sino van alternadas. En las dos filas la escala tonal se forma tocando en zig-zag. Arca e ira interactúan armónicamente en un diálogo permanente, es ahí donde radica la originalidad de la música de la zampoña. Los bombos de piel de animales son su acompañamiento infaltable.

La manera más conocida de apreciar a un conjunto de zampoñistas es en las tropas de sikuris, que es muy común verlas en el altiplano por ejemplo en la festividad de La Virgen de la Candelaria en el departamento de Puno. Pero no es el único lugar donde se dejan ver. En Lima existen festividades donde se  pueden apreciar estos conjuntos. Por ejemplo la fiesta de Cruz de Mayo hace una celebración en la capital el tres de mayo de todos los años, ahí participan conjuntos de todo Lima. Además hay espectáculos esporádicos en todo el año. No hay razón para no conocerlos.

domingo, 22 de agosto de 2010

Free

Odio hablar en inglés pero esto es distinto. Me siento libre, cansada, pesada. No sé por qué siento que terminó algo que nunca comenzó. Algo que creo que estuvo a punto, algo que ni siquiera se asomó. Ya no pienso nada, no quiero hacerlo. Prefiero que todo sea como siempre: yo tan estúpida, tan distraída, tan sola. Queriendo hablar con alguien pero no intentando nada. Hablando solo conmigo, con mi conciencia, con mi soledad. 
Tengo sueño, quiero dormir y soñar algo bonito. Algo que pueda ser verdad, aunque en los sueños siempre parece todo real  yo noto la diferencia, por desgracia. Quiero dormir y mañana despertar nueva, fresca, libre. Quiero dormir para comenzar! Escuchar música, ver colores, analizar las calles, comparar zapatos, observar la garúa. No mirarme al espejo porque no quiero. Entrar al baño cien veces por la misma razón. Correr sin importar si me miran, voltear aunque nadie me llame, no pisar las líneas del suelo, abrir la puerta sin esperar a nadie nuevo. Voy a dormir y esperar que algo suceda. Voy a dormir pensando sin pensar. Porque no quiero, no deseo. Voy a dormir porque tengo sueño.

sábado, 21 de agosto de 2010

Chilalo canta libre la hora

“El canto de dos chilalos me despertó , no los vi, solo los oí, se que eran dos enamorados, eran las cinco de la mañana, tal vez mas , tal vez menos, la lechuza gritaba como nunca parada amenazante  en el malecón solitario, tampoco la vi, ya no le temo a sus anuncios.
Ahora solo me gusta el despertar de esos dos chilalos enamorados”
Dice una poesía de Oscar Carrasco que describe claramente la impresión de un amanecer con un despertador natural. El pájaro llamado Chilalo ha sido inspiración para varios artistas,  poetas y artesanos que  gracias a su belleza y destreza han admirado al pequeño animalito como un  alfarero, labrador que con mucha gracia y destreza construye su nido con barro en forma de horno o bóveda, canta todos los días a la misma hora en los campos del norte, especialmente en Piura,  y tiene una pareja que lo acompaña siempre.                                “Chilalo es un alfarero que canta dando la hora. Relojito de los campos, relojito mañanero. Con sus patitas expertas hace su nido de barro, chilalo con su chilala sí, en el algarrobo”, dice un tondero de Chalena Vásquez que reflexiona sobre la libertad de los animales silvestres y la importancia de ésta para su desarrollo.
El chilalo u hornero como es llamado en  Sudamérica donde habita, mide unos 18cm, su color por arriba del cuerpo es de color canela fuerte, tiene una corona que es marrón con gris. Desde encima del ojo hacia atrás de la cabeza pasa una franja de color  blanco.  Puede construir su nido entre las ramas de los árboles o en lo alto de un poste, cerca de un lago o río para disponer de agua para la construcción de su nido de barro en forma de bóveda para que pueda empollar a sus crías, tiene siempre dos compartimientos y es usado sólo una sola vez. Generalmente lo hacen en campos de algarrobos.
El chilalo tiende a sufrir de ataques del corazón cuando su nido es invadido por otras aves, por un búho o por algún  humano, se agreden ellos mismos y mueren. “Chilalo no canta en jaula, su canto es un canto libre”.  Los piuranos suelen decir que cuando una persona  está muy molesta por alguna causa como esta, les dará un ataque como a los chilalos. Cuenta la leyenda que ha sido difundida por algunos países de Sudamérica,  que los chilalos eran dos alfareros enamorados que luego de un mal presagio acerca de su matrimonio fueron ellos mismos convertidos en pájaros. Desde ese momento construyen con gran exactitud sus nidos con barro en forma circular y con un agujero en el centro, cantan todos los días a la misma hora muy temprano por la mañana, cantan y encantan a quien los ha escuchado siempre juntos, siempre trabajadores.

La pasión es sólo una

 “Cómo hubiera querido haber nacido en la época en que los estadios se llenaban de hinchas, de verdaderos hinchas. Cómo hubiera querido gritar a todo pulmón arriba mi equipo, sin temor, libre. Cómo me hubiera gustado  vivir los goles de Cubillas y las jugadas de Roberto Challe con lágrimas en los ojos esperando el gran estallido de un balón sobre una tenue malla en el  estadio Nacional. Me hubiera puesto la camiseta con orgullo y cargada de pancartas a todo color  hubiera ido al estadio con toda mi familia llevando una pequeña radio portátil para escuchar la transmisión en vivo del partido, lo hubiera vivido con extrema emoción”.
Hoy en día la realidad es otra. Los estadios llenos de personas que no animan a su equipo con las mismas condiciones, están pendientes de otras cosas. A veces utilizan a la barra para cometer actos indebidos. La gente en general les tiene miedo, piensa que lo único que buscan es arrebatarle sus pertenencias. Corren, se asustan. El común de la gente no iría al estadio Matute en La Victoria, uno de los distritos más peligrosos de Lima, a alentar en un clásico, no iría porque teme a los seudo-hinchas, teme a la multitud violenta que salta al compás de unos enormes bombos que retumban en los oídos de una multitud.
Aunque la violencia haya estado ligada al deporte desde épocas muy remotas, en Roma por ejemplo en las carreras de caballos, en estos tiempos el comportamiento debe haber mejorado frente a los acontecimientos de modernidad.  Los hinchas en el estadio con la euforia misma del encuentro dejan fluir sus emociones y pueden llegar a casos de agresión extrema. Como es sabido algunos casos han llegado hasta la muerte entre enfrentamientos de hinchas.
Antes, la realidad era distinta: los partidos se vivían en todas partes, en la casa, en las calles, en el transporte. Las bocinas anunciaban una tarde de competencia fuerte pero no violenta. Las lunas de las ventanas pronosticaban resultados alentadores. El ambiente era otro, definitivamente. Pero ese  no es pretexto para continuar apoyando  indirectamente la violencia futbolística.
Hay personas que todavía recuerdan esos momentos. Hay personas que vieron a la selección peruana en un mundial. Pero también hay jóvenes que esperan gritar y celebrar un gol peruano, un clásico pasivo, un país entero pintado de colores sin dueños.

De la refurinfunflay

De la refurinfunflay
“…Es nuestro amigo alguien muy especial, para que juegue contigo lo vamos a llamar: Timoteo Timoteo, ¿Dónde estás que no te veo…?” Allá por los años 90 todos los sábados amanecía con esta melodía. Luego aparecía un dragoncito muy subido de peso y con una voz chillona;  juguetón y muy travieso. Pero para los niños del Perú Timoteo tenía siempre 8 años, nadie sabía qué había detrás del grueso peluche. ¿Habría un hombre? ¿Un niño? ¿Una señorita? ¿Sería un peluche que cobra vida gracias a la imaginación de todo un país? Intenté imaginarlo  sin disfraz pero no pude, no fui valiente.
mi autógrafo
Sin buscar mucho encontré que el disfraz de Timoteo había pertenecido toda su vida a una sola persona: Ricardo Bonilla Laines, un simpático empresario que desde sus inicios supo mantener los pies sobre la tierra para no perder humildad y que ha cosechado amistades que le han durado toda una vida. Ricardo es un hombre que se vuelve niño por horas, luego regresa a  su rol de empresario y luego es niño siempre.
Un día decidí buscarlo, hablar con él. Unas cuantas llamadas, algunas desviadas me hicieron por fin quedar en ir un día a la grabación del programa matutino de los niños: La Casa de Timoteo.
Ricardo Bonilla nació el 14 de Marzo de 1969. A la edad de quince años llevado por el talento comenzó a estudiar actuación y como era de esperarse por sus antecedentes artísticos (de pequeño era aficionado a la actuación) fue sobresaliendo entre sus compañeros de grupo, fue así que obtuvo un papel en su primera obra llamada “Collacocha” en el teatro Canout. “Estaba emocionadísimo, fue mi familia y todo el colegio” dice entre risas el más conocido dragón de la TV. Aunque no era un gran papel, Ricardo fue iniciando poco a poco su carrera artística; luego, gracias a su buen desenvolvimiento, fue llamado para otras obras como “El mago de Oz” o “L a Cenicienta”.
En este pequeño mundo de la televisión, donde sólo las personas que tienen talento fluyen, con algunas excepciones, Ricardo pisó el canal de América Televisión y compartió escenario nada menos que con la controversial Gisela Valcárcel en su poco olvidado programa: ”Gisela en América”. Allí, quien pronto se convertiría en el muñeco que compartió y alegró a diferentes generaciones, desarrolló el papel de Truquimimo, sobrenombre que adquirió cuando Carlos Alcántara y él compartían escenario en Yan-Ken-Po, una puesta en escena que se caracterizó por la picardía de Carlos.
Barranco es un lugar cálido por donde hace algunos años se reunían niños de toda edad para ver el show en vivo del pequeño dragoncito con su co-animadora: María Pía Copello o Karina Rivera. Luego de diez años volví por esos lares, el mar enfrente con el sol acariciando las veredas. En la puerta había dos vigilantes cuidando la entrada al canal más visto de la televisión peruana, esperé algunos minutos y luego ingresé para seguir esperando. Cuando por fin pude ingresar al estudio de grabación una emoción extraña inundó mi cuerpo. Grabando, riendo, bromeando, descansando. Buenos días ¿Me puede dar un autógrafo? Fueron las primeras palabras que pude pronunciar al verlo. Truqui aceptó gustoso y mientras iba escribiendo mi nombre con mucho cuidado, yo hacía el intento de configurar el grabador de voz sin éxito. Ricardo, paciente como me lo habían descrito, miraba e intentaba ayudarme. Y mientras me iba poniendo más nerviosa, él había resuelto ya el problema que la tecnología  se había propuesto negarme. ¿Qué música le gusta? La tecno-cumbia, que siempre está de moda, me explicó con mucho agrado. También  tengo mi lado romántico, me dijo también por su gusto por las baladas. Además le gusta la música de los 80´s que la escucha cuando “va por ahí”
“Truqui, quieren un perfil tuyo” dice Jorge Bustamante , quien interpreta al Profesor Otto, desde una butaca fría por el aire acondicionado del estudio,  mientras tanto Ricardo lo mira, sonríe y se pone de lado mostrando, efectivamente, el perfil de su rostro. “Trabajar con Ricardo es maravilloso” añade Jorge a mi grabador ya resuelto, contándome que tienen una amistad de 15 años y que a pesar de los malos ratos han sabido conservar la amistad tan valiosa para ambos. También Fernando Timaná: Don Pocho lleva 10 años de amistad con él, primero como payaso, poco a poco fue resaltando entre ellos y por fin sólo quedaron dos para conducir el programa que no tiene estrellas, “Timoteo no se quiere lucir acá” me diría después.                                                                                                                                 “Él es muy sencillo, cuando pasa por acá (la entrada del canal) nos saluda, nos da la mano. No es como otros que caminan con la nariz respingada” me cuenta el supervisor  del canal cuatro que lleva diez años trabajando en ese puesto. Es que quien conoce a Truqui, como lo llaman casi todos, siempre afirman las mismas cualidades: sencillo, trabajador, buen amigo, etc.   
(…Vamos a ver como es el reino del revés...) Ricardo Bonilla es un hombre dedicado a su trabajo, pasa su tiempo entre el canal 4 y sus producciones de eventos y shows infantiles de su empresa RBL Producciones que desde 1999 realiza todo tipo de eventos. También pasa tiempo con su familia y tiene tiempo para divertirse ¿Cómo lo hace? Pues trabajando. Aunque suene paradójico, Truqui lleva casi una vida haciendo lo que le gusta y ganándose así la vida. Ama y le encanta su trabajo, le encanta hacer reír, educar mediante juegos, y sobre todo divertir. Él cree que lo hace bien y yo creo que todo el Perú está de acuerdo.
Aunque hayan foros y cadenas dedicadas a imponer una mala imagen de Timoteo, yo y todas las personas que alguna vez hemos pisado el set donde graba Ricardo y sus amigos o hemos podido intercambiar palabras, aunque sean muy cortas, podemos dar fe de lo que allí sucede: ambiente familiar, demostraciones de afecto constantes y una espontaneidad para lograr un mejor producto. Todo eso gracias a que el principal personaje se mantiene sereno, travieso pero calmado, muy bueno y hasta un padre para jóvenes talentos, como Dannya Bahamonde, co-animadora del programa quien ha crecido con la imagen de Ricardo hasta los días de hoy. “Tengo la suerte de tener un jefe así como él”
Dentro de Ricardo Bonilla hay un niño travieso, locuaz y muy tierno. Dentro del disfraz de Timoteo hay un padre de familia amoroso y responsable; pero dentro de todas las capas hay un corazón muy grande y humilde que hace 14 años alegra a los chicos y grandes a veces realizando obras por beneficio a diferentes instituciones, a todos un país que una vez lo bautizó como Timoteo de la Refunfunflay y así perdurará hasta que algún día Ricardo Bonilla cuelgue el pesado traje de peluche.
“Vamos ya es hora de bailar un poquito, de soltarse y levantar sus manitos y cantar”